Amelia nos deja a los 102 años

Javier Alonso Navarro - Noticia - 26/09/2012 19:48


Hoy nos ha dejado una gran señora, Amelia Felicia Hevia Nieto a los 102 años, la cual tuve el gusto de entrevistarla por sus 100 años.Reportaje de Amelia.

Amelia Felicia Hevia Nieto acaba de cumplir hoy la friolera edad de 100 años, acompañada por toda su familia. Llegada desde distintos lugares de Asturias, España e incluso desde Holanda, hijos, yernos, suegras, primas, sobrinos, nueras, etc. celebró a lo grande en el Restaurante Palper, tan longeva edad de un siglo de vida.

Como nos dice uno de sus hijos el mayor Félix Raúl “este es un cumpleaños muy especial para ella y para toda su familia, porque 100 años no se cumplen todos los días”. De cuatro hermanos que éramos solo quedamos yo y mi hermana Margarita Hevia Nieto también de longeva edad, ya que cuenta con 91 años nos comenta Amelia.

Pese a su larga edad, Amelia sigue aferrada a la vida con grandes dosis de humor, alegría y sobretodo desparpajo. Además es fácil verla pasear por el parque de San Antonio, y todos los días baja con sus hijas a la cafetería a tomar el café, al mediodía.

Alardea de su estado de salud y la gente cuando la ve por la calle, la suele parar para animarla y la piropean con frases como: “Que guapa esta Amelia”, “Está como una rosa”, “No pasa un año por usted”, “Eres la envidia de muchas mujeres”. Sus amigas y la gente que la conoce, la define como una mujer “llena de vida, simpática, alegre, sincera y luchadora”.

Su familia le adora y la miman con todo tipo de detalles, por ejemplo: su sobrina que es peluquera, le suele cortar siempre el pelo, además de bañarle todos los días y hacerle la manicura, antes de bajar todos los días a pasear “por la mañana al parque de San Antonio y la cafetería, y por las tardes al paseo del Río Cubia”.

Amelia es también una mujer religiosa, practicante y creyente, todos los sábados la llevamos a misa a la iglesia Grado, y también la sigue muchas veces por la TV.

Amelia atribuye su larga vida a que “de pequeña respire aire puro, ya que comía alimentos sanos de la huerta”. Antes estábamos flacos, pero bien fuertes no había diabetes, ni colesterol, ni enfermedades raras relacionadas con el ocio y la comodidad que disfruta la gente de hoy en día. No había tiempo ni para enfermar, no nos lo podíamos permitir. Recuerdo a mis padres utilizar la ‘cirigüeña’ para curar heridas, hacer ‘fervidillos’ para el catarro. Todo se curaba con esta hierba, que aún podemos encontrar silvestre en cualquier parte de Grado.

Nació en cuba y con siete años ya vino para España, primero vino a vivir a un pueblo de Belmonte llamado la Repedenencia.

Estudió la carrera de maestra y ejerció como tal en Belmonte y Somiedo durante los años 36, 37 y 38 pero no tenia oposiciones. “Después en el 40 pasamos a vivir a Somiedo, porque mi padre trabajaba allí. Montamos un negocio mixto , mientras mi padre trabaja de albañil y cantero, yo me dedicaba a atender el negocio del comercio, allí estuve cuatro años en Jabriz (Somiedo) y luego pasamos a la Riera, (Belmonte), allí nuestro padre empezó a comprar madreñas y yo junto con mis hijos las pintábamos y las dibujábamos, para luego venderlas. Yo era la principal artífice de darles color, tarea que hice hasta el año 1950” contaba Amelia.

“En el año 1950 me traslade con mis hijos a vivir a Grado y en el 52 se hizo la casa, donde estaba el conocido bar llamado el Barullo, donde anteriormente estaba el Bar Félix, que inauguro nuestro padre en marzo del 52. Allí trabajé, yo ayudaba en la cocina para hacer las pinchos y comidas hasta el año 85, en el año 85 me pasé a vivir con mi hermana, al edificio de “el Camposol” donde vivo en la actualidad” recordaba Amelia.

Tiene 3 hijos Félix Raúl, Raquel Covadonga y Roberto, “es una madre ejemplar, muy trabajadora”, reconocen sus hijos y demás familia. Para Félix trabajo más de la cuenta “empezó de maestra, siguió en el comercio con las madreñas barnizándolas y pintándolas, y acabó en Grao en el Bar Félix, ayudando en la cocina hasta que se cerró. Era muy buena cocinera, sobre todo haciendo callos, era una experta, cada vez que los hacía, aumentaba considerablemente la clientela”.

Sus tres hijos reconocen que su estado de salud es fenomenal, al respecto comentan “mentalmente ya quisiéramos estar a la décima parte de cómo esta ella, tiene una fortaleza física y un estomago de miedo, come de todo y nada le hace daño”.

Como anécdota sus hijos nos comentan “puedes hacerle cualquier clase de preguntas de ahora y por supuesto de antes, y es como si ella estuviera esperando que se lo preguntaras para contestártelo”.

“En los cien años de vida solo tuve una operación del riñón hace años, pero la supere con creces y hace dos años me dio una parálisis y ahora para muchas cosas, tengo que ayudarme de una silla de ruedas para caminar” nos contaba Amelia.

“Grado cambio mucho, sobre todo hay muchos bares, demasiados” comenta riéndose Amelia, “lo que más me sorprende de la vida es la gran libertad que existe hoy en día, para hacer todo tipo de cosas” y nos pone un ejemplo: “antes para que un hombre te diera un beso le costaba una eternidad y hoy en día tanto ellos como ellas, se lanzan sin pensarlo dos veces”.

Amelia, desde Grado Noticias, te recordaremos siempre como una bella, simpática y mujer trabajadora.

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