Mí papá estaba trabajando hoy allí, lleva años conduciendo los autobuses de tránsito dentro de la pista de este Aeropuerto, esta bien pero sigue bloqueado en el
aeropuerto y no le dejan salir, el pobre lleva allí desde las 4 de la
mañana, nos comenta su hija Sara
Nosotros vivimos a unos 20 Km del lugar de los atentados, en
Anderlecht, aquí
no paran de pasar Policías, Ambulancias, no tenemos cortes de
carreteras, y se puede salir a la calle, eso sí, la escasa gente que sale lo hace
con mucho miedo y con caras todos de mucho susto y indignación.
Aquí no escuchamos nada de la deflagración, aunque se percibe de todas
maneras el caos en Anderlecht, la gente aquí está loca, apenas hay gente
por las calles, y la escasa gente lo hace con mucho miedo y con caras todos de mucho susto y indignación.
Estamos
en alerta 4, es decir máxima, muchas calles cerradas, tres explosiones
en tres estaciones de metro, todo está parado, nos comenta
Sara.En
un principio al conocer la noticia por la TV y la Radio, mi madre y yo nos asustamos
muchísimo, enseguida cogimos el teléfono para contactar con mí padre,
pero en ese momento fue imposible porque estaban las líneas saturadas,
por lo que nuestra angustia se hizo aún mayor, al no saber si estaba bien o lesionado, poco después sobre las nueve de la mañana, mí madre ya si pudo hablar con él y nos
tranquilizamos mucho al saber que estaba vivo y sano.
Primera Foto: Emmanuel Dunand (AFP)
Segunda imagen: proporcionada por
Radiodifusión Pública de Georgia y fotografiado
por Ketevan Kardava. En la imagen,
Sébastian Bellin, ex baloncestista
belga, que fue internacional, uno de los heridos tras la explosión en el
aeropuerto de Bruselas (Bélgica), el 22 de marzo de 2016.
Terca imagen: Un agente de policía vigila a los evacuados cerca del aeropuerto de Bruselas (Bélgica), el 22 de marzo de 2016. Geert Vanden Wijngaert (ap)