En este lugar de cuento, asentado en esa cima, todo el mundo está contento, porque la belleza anima.
Entre bosques, entre huertas, entre prados de montaña, del paraíso a las puertas, sin parangón en España.
Allí el tiempo está varado, retozando en esa altura, vislumbrando todo Grado, entre el cielo y la llanura.
Reposando en la Casona, junto a todos los mayores, el desquicio reflexiona, caminando entre las flores.
Mi saludo con afecto, a esa reseña del norte, donde, al subir, desconecto, Pindesierra, Villa y Corte.
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