Llaman los que conocen la zona a la
finca El Rellán y La Chabola a la
fosa que contaban que existía bajo el enorme árbol que da sombra a los recuerdos que custodian sus raíces.
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Durante
años, la zona estuvo ocupada por una explotación ganadera. Un criadero
de cerdos. Bajo las tierras que hozaban los animales, sin embargo, se
tenía conocimiento de que podrían estar enterrados los cuerpos de al
menos unas 29 personas, ajusticiadas en ese lugar entre 1936 y 1939.
Esas son las que tiene identificadas la
Universidad de Oviedo,
que realizó un estudio sobre esta fosa en la que reposan desde un niño
de 13 años a una mujer de 80, la mayoría vecinos de la zona. Algunos
expertos creen que podría haber muchos más cuerpos, quizás centenares,
pues a lo largo de esos años se utilizaron unas antiguas trincheras para
enterrar a los republicanos asesinados -y a quienes colaboraban con
ellos- durante la
guerra y la represión posterior.
Una decena de voluntarios de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica,
tanto de Asturias como de Ponferrada, abrió ayer la primera franja de
tierra con la ayuda de una pala excavadora, para localizar a media tarde
los primeros restos humanos, los primeros tres cuerpos, en lo que
parece ser una trinchera. Y, sin duda, una línea de tiro que apunta a un
posible fusilamiento: diecinueve casquillos se encontraron durante los
trabajos, que comenzaron ayer y seguirán unos días, en busca de nuevas
evidencias. Por el momento, la intención de los investigadores es
confirmar la presencia de los cuerpos, para después proceder a su
exhumación una vez se cuente con un proyecto adecuado.
El
Ayuntamiento de Grado ha sido uno de los principales impulsores de esta
acción de dignificación de las víctimas, que ya tienen un recordatorio
en el cementerio de la localidad. Fue precisamente el Consistorio el que
adquirió la finca para ponerla a disposición de los investigadores, y
su intención es trasladar en cuanto sea posible, y de acuerdo con las
familias, los restos al mausoleo del cementerio. La parcela, de más de
12.000 metros cuadrados, se encuentra en la salida de Grado hacia
Yernes, junto a Llantrales, localidad de la parroquia de Mata.