Cuatro años después se creó una fundación con el mismo nombre para promover las actividades en esta.
Un espacio que, con el tiempo, se ha afianzado como un verdadero referente del género mayor de la literatura en todo el panorama regional y que ha hecho pasar por Grado a la más nutrida selección de poetas.
Ahora, el Ayuntamiento de Grado ha querido devolverle el favor a Beltrán y ha decidido nombrarlo hijo adoptivo del municipio.
Un reconocimiento que se le otorgará, tal y como recoge la disposición municipal presentada, «por las cualidades y méritos personales que le han hecho destacar de forma extraordinaria en su actividad profesional y personal en relación al concejo de Grado», al que lo unen profundos y directos lazos familiares.