Un Moscón para la Junta del principado
Javier Alonso Navarro - Noticia - 11/03/2011 15:23
Un joven empresario local, ha sido designado candidato a la Junta General del Principado en la circunscripción occidental por Unión Progreso y Democracia. La formación política presidida por Rosa Díez, UPyD, que se presenta por vez primera a unas elecciones autonómicas y municipales en su corta, pero intensa vida, ha elegido, tras un proceso de elecciones primarias, al Moscón Daniel Menéndez. Leer más.
Empresario Moscón de 31 años, como cabeza de lista por occidente en las elecciones autonómicas.
P: Para muchos, tu presencia en unas elecciones puede suponer una sorpresa.¿Lo ha sido también para ti?
R: En realidad, todo va muy en consonancia con la propia naturaleza de UPyD. No buscamos ser políticos en un sentido restrictivo del término, como una clase social propia, sino que sentimos que la política es algo connatural al ser humano. Si vivimos en comunidad es para participar del día a día de la gestión de los asuntos públicos, eso sí, en el modo en que cada uno considere que puede aportar más.
P: Se había especulado con tu presencia en las elecciones locales. ¿Por qué UPyD no se va a presentar en Grado?
R: Simplemente, porque no consideramos procedente hacer una candidatura surgida desde la prisa y la improvisación. UPyD no surge a calzador, como formación para unas elecciones, ni tiene prisa por crecer si ello implica ser un gigante con pies de barro. Hemos venido para quedarnos, somos un partido que en su exigua vida ya ha logrado presencia en el parlamento nacional y en el europeo, lo cual es absolutamente inaudito.
Eso nos da la fuerza suficiente para confiar en un futuro más que prometedor. Esperamos que la gente valore todo esto y se dé cuenta de que hay futuro para los movimientos sociales dentro de la política.
Aquí en Grado ya hemos nacido y somos un núcleo de trabajo, pero deseamos contar con todos aquellos Moscones y Mosconas que, por encima de ideologías particulares, deseen cambiar la realidad de una vez por todas.
P: ¿En qué corriente política podemos encuadrarles?
R: En UPyD lo importante no es la izquierda ni la derecha, sino algo tan sencillo de explicar como es el sentido común. La gente de a pie no tiene un análisis económico tan fino como para defender a ultranza el capitalismo o el intervencionismo, ni falta que le hace, pero sí es capaz de discernir entre un dispendio económico y una buena gestión.
P: ¿Qué propuestas tenéis para el occidente de Asturias?
R: En primer lugar, una regeneración democrática plena. Me resisto a habituarme a que haya personas que cuando se enteran de tu candidatura inmediatamente te pidan un empleo público. O a que ironicen con el dinero que te vas a llevar si sales elegido. Es un tópico que me resisto a aceptar como normal.
Quien trabaje por los ciudadanos debe hacerlo por vocación de servicio, porque considere que debe hacerse algo ya. En UPyD todos vivimos de nuestro trabajo, somos gente corriente, y somos conscientes de que todo ha de seguir así. Si nadie se atrevería a acusar a un juez de emitir sentencias a libre arbitrio, ¿Por qué no tiene el mínimo reparo en dudar los políticos? Debemos de luchar contra esta imagen.
Por otro lado, consideramos que la gente no tiene por qué entender, y mucho menos sufrir la complicación administrativa tan exagerada a la que hemos llegado. Es otro tópico, el de los “papeleos” interminables. No es aceptable que existan gestiones simples que se dilaten durante meses e incluso más de un año.
Del mismo modo ocurre con las cuentas públicas. Los ciudadanos deben de conocer en todo momento el estado ingresos y gastos de las arcas, tanto municipales, como autonómicas. Sólo así podrán conocer las posibilidades reales de inversión de ayuntamientos y consejerías. Las auditorías públicas periódicas pueden ser un elemento de gran ayuda en este caso.
En las infraestructuras, el pueblo no entiende el por qué las obras se paran y retoman continuamente. Eso genera un gasto elevadísimo en montaje y desmontaje de maquinaria. Es un dinero que se va a la basura. Las obras tienen unos plazos claramente marcados, y el retraso infinito se ha convertido en otro tópico socialmente aceptado contra el que nosotros también luchamos. Las cosas, o se hacen, o vale más no empezarlas. Véase la autovía Oviedo-La Espina.
Y además, una vez lleguemos a La Espina, ¿qué? Es inaceptable no dar salida a dicha autovía hacia el suroccidente, es cortar el futuro desarrollo de toda la zona. No podemos salir de esta crisis si no cambiamos las tornas del gasto público inútil en excesiva burocracia, multiplicidad de duplicidades de organismos, en ayuntamientos, cargos públicos…el dinero debe de estar en la calle, produciendo riqueza para el pueblo.
En tiempos como estos hay que aplicar el principio filosófico de la Navaja de Ockham: mantener el número mínimo de entes para no complicar las cosas. Si funcionó con la Física…¿por qué no con la economía y la política?