:Derramamiento, (la más común del catolicismo romano),
ablución e
inmersión. Es un ritual de la Iglesia Católica e identificado con el ambiente judío. Es por tanto
un sacramento de los católicos.El político de CIU Antoni Caralps. Fue el inventor del bautizo civil, esto es, una ceremonia que celebre la inscripción en el Registro Civil de las criaturas cuyos padres no quieran que les echen las purificadoras aguas del bautismo.
Esto que ya parecía el colmo de la cursilería y el rebuscamiento ha sido superado al ponerle denominación de origen al bautizo por lo civil. En esta moda de no llamar a las cosas en modo alguno por su nombre, el bautizo civil de será "ceremonia civil de imposición de nombre".
Toma ya... Pero como por mucha voluntad civil que haya todas estas ceremonias acaban siendo un calco, cuando no una parodia, de las religiosas. En vez de aquello de "me lo diste moro y te lo devuelvo cristiano", que decían las madrinas cuando devolvían a los bautizados a sus madres, a saber que dirán ahora.
Es que seguimos con el denominado “pensamiento dominante” y los arreligiosos. Como decía el Filósofo Javier Sadaba, “las ideologías no son muchas veces, sino el manto protector de una humanidad deseosa de un cielo hecho a medida”.
Es lo hodierno que nos toca sufrir pues el mayor éxito del pensamiento dominante ha sido convencer a la mayor parte de la población interesada por esta cosas que ser “progresista” es bueno y que ser “conservador” es malo.
Esto del bautizo civil, que cada uno haga lo que quiera, pero es algo inconsútil. Se podría decir aquello de que cuando un hombre deja de creer en Dios, no es que no crea en nada, cree en cualquier cosa. No deja de ser una nesciencia más de una sociedad que ha vestido la hopalanda de la modernidad y se disfraza con la clámide de la sinrazón. Comprender es generalizar, pero también distinguir.
La conclusión es que los españoles no valoramos mucho las grandes instituciones (patria, religión), pero sí su proyección sobre su círculo privado. Por eso parece mejor hablar de espiritualidad que de religiosidad, de solidaridad que de patriotismo.
Las creencias se ven sustituidas por credulidades. Al final de lo que se trata es de sustituir una Iglesia sacra por otra mundana, al parecer así lo pretenden los hoplitas de esa nueva falange intelectual, en total consonancia con la llamada Teología de la Liberación.
Se podría concluir con el famoso consejo del filósofo Ludwig Wittgenstein: “De lo que no se puede hablar, mejor será guardar silencio”. Beatus ille.
Francisco J. Alonso Cid:
La pregunta pide pronunciamientos, a favor o en contra y no sé si también para la abstención, sobre "...bautizos civiles...".
Lo primero que me parece conveniente comentar es que bautizar, según el diccionario de la RAE y el entender común, es recibir el sacramento del bautismo. De ahí que, bajo mi punto de vista, si no hay un acto con las formalidades que requiere la Iglesia, no quepa hablar de bautizo.
Si estamos de acuerdo en lo dicho, podremos hablar de una celebración, de un acto de bienvenida, de una manifestación de alegría con ocasión del nacimiento, de una declaración de intenciones en cuanto a la educación que se le pretende dar al recién nacido, etc. pero hablar de bautizo sin un sacerdote...como hablar del jardín sin flores.
Al margen de lo anterior, a mi me parece muy bien que las personas en general y los padres y familiares en este caso particular celebren todo aquello que tengan por conveniente, pero lo que no sé es qué "pinta" un concejal en tal evento.
Si lo que se quiere es dar formalidad, compromiso, rigor, etc. mejor celebrar ante un notario, que para eso, junto a los registradores de la propiedad, son los encargados de la fe pública.
Si lo que se quiere es celebración, sin más, pues familia e invitados, pero un concejal, un alcalde o un político en general...