Hace unos días, el Gobierno de China promulgó una ley que obliga a sus ciudadanos a visitar a sus padres ancianos, al menos unos días al año. La obligación se refiere simplemente a visitarlos.
El japonés Tatsumi Orimoto se consagró internacionalmente como artista referencial del arte contemporáneo en la bienal de Venecia de 2001 con los retratos escenificados de su madre, de 94 años y en quien se centra la mayor parte de su obra performática y fotográfica. Personaje emblemático de la gratitud, respeto y cariño por los ancianos, dedica su vida exclusivamente a su actividad profesional, la de artista, y a la íntima, el cuidado de su madre. Cuando Fernando Martín Galán, editor de la revista art.es, invitó a Orimoto a hacer uno de los dosieres exclusivos que publica en cada número de ésta, el artista puso sólo una condición: tomar como modelo a Julia Galán, madre del editor, de 88 años y afectada de Parkinsson, y a quien Tatsumi acababa de conocer en Madrid durante ARCO 2009. La ternura que sintió por ella le hizo viajar de Japón a Madrid para hacer las fotografías que constituyeron el Proyecto art.es nº 32 (mayo de 2010 ). Según declaró, había descubierto que él y su madre tenían “sendas almas gemelas en el otro extremo del mundo, España”. Es la única vez que Tatsumi Orimoto ha utilizado una madre distinta a la suya propia para su creación artística.
A raíz de esta publicación, un par de artistas, amigos de Fernando Galán (que usa, como editor internacional, el apellido materno para evitar la confusión que produce “Martín”, nombre en inglés), le propusieron hacer sendos retratos de Julia, lo que llevó a éste a pensar en la formación de una colección que sirviera de homenaje a los valores que su madre encarna y a la fragilidad y vulnerabilidad de los ancianos en nuestra sociedad. Actualmente, esta colección cuenta con más de 40 retratos ya hechos o en curso. La difusión internacional de la revista art.es (bilingüe, español e inglés, y distribuida desde Japón a Chile y desde Australia a Canadá), facilita a su editor la captación de artistas de todo el mundo que se suman al proyecto.
Los primeros 29 retratos ya hechos se exponen ahora en la Casa de la Cultura de Grado. Hay museos e instituciones de otros sitios, en España y en el extranjero, que han mostrado interés por exponer esta colección en proceso, pero Fernando Galán he elegido Grado por motivos sentimentales: Julia es oriunda de Grado. Julia Galán nació en Grado en 1925, de donde su padre fue famoso alcalde, y aquí vivió hasta que se casó (1947) en la casa que aún existe en La Pedrera nº 15.
Los retratos contemplan diversos medios artísticos: pintura, dibujo, fotografía, performance documentado, técnicas mixtas, infografía… Uno de ellos es la última obra hecha por el finlandés Roger Gustafsson, fallecido hace dos semanas y que, tras conocer a Julia Galán personalmente con motivo de una exposición que hizo en Madrid en febrero pasado, sintió tal empatía por ella y por el proyecto de retratos que quiso sumarse a él cuando apenas tenía fuerzas para tenerse en pie y su propia esposa tenía que teclear el ordenador por él para intercambiarse los últimos correos electrónicos con Fernando Galán. La solidaridad y la admiración que genera la protagonista han motivado incluso que pintores abstractos hayan querido hacer su particular “retrato” de ella, como es el caso del coreano Ham Sup. Natxo Frisuelos, de Mallorca, quiso conocer personalmente a Julia antes de hacer el suyo, para lo que en noviembre pasado fue a Madrid para convivir dos días con ella y con su hijo. La experiencia le impactó de tal forma que, de regreso en Palma, decidió no hacer un retrato sino tres: uno en cada una de las tendencias pictóricas que trabaja.
Una directriz que sigue esta colección es lo que su promotor denomina “interclasismo curricular”: la mezcla de artistas consagrados internacionalmente (como Orimoto; Ákos Birkás, considerado por muchos el número uno de Hungría; Mariana Vassileva…) con otros jóvenes que están en los inicios de una prometedora carrera o que, sencillamente, los considera magníficos retratistas. El retrato del fotógrafo avilesino José Ferrero es una excepción en la producción del artista: no es en absoluto una muestra de su tendencia creativa, pero quiso sumarse al proyecto con esta obra de “retrato tradicional”.
Fernando Galán contempla esta colección como la piedra angular del patrimonio con que contará su proyectada Fundación Julia Galán Contra los Malos Tratos a los Ancianos. El crítico de arte y editor viajaba continuamente por medio mundo participando con su revista en ferias de arte, comisariando exposiciones e invitado a eventos artísticos de todo tipo (llegó a viajar 81.000 kms. en dos meses) hasta que, hace tres años, decidió cambiar el glamur de esa vida por atender a su madre y brindarle la mejor medicina para ella y para sus circunstancias: el aire de la aldea de Salamir (San Martín de Luiña).